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El Petróleo: ¿Hacia un Superciclo Impulsado por el Crecimiento Demográfico y Económico?

Proyecciones del petróleo



El sector petrolero ha emergido como un punto focal para los inversores en el reciente período. A pesar de las percepciones negativas que lo rodean como una industria en declive, el último año ha presenciado un respaldo significativo por parte de influyentes inversores como Buffet, quien se ha asociado con OXY, y la icónica empresa Chevron. No obstante, existe un amplio espectro de opiniones entre los expertos analistas de materias primas. Mientras algunos sugieren que las recientes acciones podrían interpretarse como intentos desesperados por mantenerse a flote, otros contemplan la posibilidad de que nos encontremos al borde de un inminente super ciclo


En el análisis de los gráficos de futuros, es evidente que el petróleo sigue el patrón característico de los commodities, lo que implica que está intrínsecamente vinculado a los distintos ciclos económicos. A pesar de esta relación, resulta notable que los inversores estén canalizando sus recursos hacia los futuros del petróleo, ejerciendo así una presión alcista sobre su precio. Esta tendencia puede atribuirse a una serie de razones, entre las cuales dos desempeñan un papel fundamental.

En primer lugar, se proyecta un crecimiento económico en torno al 3%, lo cual justifica los indicadores a corto plazo. No obstante, al profundizar en los análisis, destaca particularmente la influencia del aumento demográfico global. Las estimaciones indican que la población mundial podría alcanzar los 8.580 millones de personas para el año 2040, marcando un incremento significativo del 22,7% respecto a la cifra actual de 7.600 millones. Para respaldar esta hipótesis, podemos observar el siguiente gráfico que ilustra la correlación existente entre el consumo de petróleo y el aumento de la población y aunque no se si tomarlo como catalizador absoluto los resultados muestran que, hasta cierto punto, ambos factores están interrelacionados. Además, un análisis más detallado revela coeficientes favorables que indican una fuerte correlación y un nivel de respuesta del consumo ante la variable independiente superior al 90%. Cabe destacar que el margen de error es relativamente bajo, lo que refuerza la validez del modelo en cierta medida.






Hasta este punto, podemos afirmar que los gráficos de futuros reflejan la sólida conexión entre el petróleo y el crecimiento demográfico. Sin embargo, esto no justificaría que los inversores estén destinando sus recursos con tanto cuidado solo basándose en una tendencia positiva respaldada teóricamente hasta cierto punto. 

El otro factor relevante que respalda la hipótesis de los expertos es el aumento del PIB, que podría ser otro catalizador de este próximo superciclo. Similar al crecimiento demográfico, el PIB también mantiene cierto grado de relación con el consumo, como se ilustra en el siguiente gráfico


 

Una vez que hemos recopilado y analizado estos datos, resulta esencial examinar con detenimiento hasta qué punto podemos confiar en el indicador en cuestión. En el complejo mundo de las proyecciones económicas y demográficas, cualquier estimación impacta directamente en el consumo energético, lo que, a su vez, afecta la importancia de la fuente primaria de generación de energía. Este efecto se vuelve aún más significativo cuando consideramos que incluso las estimaciones más conservadoras nos hablan de un probable crecimiento económico interanual del 3%.

 

Si a esto le sumamos un aumento proyectado del 20% en la población en un futuro cercano, se hace evidente que no sería descabellado prestar atención y considerar invertir en caso de que estos escenarios se materialicen. La interconexión entre estos factores económicos y demográficos es innegable, y su influencia en la estrategia de generación de energía se convierte en un punto crítico a tener en cuenta.

 

Este análisis se torna aún más convincente cuando tomamos en consideración que, según estudios, más del 70% de la variabilidad en el precio del petróleo se puede explicar mediante un modelo de regresión que incorpora todas estas variables. En otras palabras, existe una correlación sólida entre el crecimiento económico, la demografía y el precio del crudo, lo que subraya la necesidad de una toma de decisiones informada y estratégica en este contexto en constante cambio





Aspectos destacados del mercado petrolero

La previsión de crecimiento de la demanda global de petróleo para el año 2023 en base a la informacion suministrada por la opep ha experimentado una revisión al alza de 0,1 mb/d, alcanzando así un total de 3,4 mb/d. Este aumento se atribuye en gran medida a una demanda que ha superado las expectativas durante la primera mitad del año.

En paralelo, la previsión de crecimiento de la oferta mundial de petróleo para el mismo,  también ha sido revisada al alza, incrementándose en 0,1 mb/d para alcanzar los 1,7 mb/d. Este ajuste es principalmente resultado de un aumento en la oferta por parte de países no afiliados a la OPEP, que ha superado las proyecciones iniciales.

A esto también se le suma la influencia del dólar estadounidense y la inflación sobre los precios del petróleo, ya que la depreciación del dólar ha brindado soporte a los precios del petróleo, generando un impacto relevante en el mercado.

Es esencial destacar que el sector de los petroleros ha enfrentado desafíos debido a la ralentización de las operaciones en la cuenca del Atlántico. Específicamente, las tarifas de flete spot para embarcaciones Aframax y Suezmax han alcanzado niveles cercanos a los mínimos registrados en este año.



Estrategia política y gubernamental 

 En el documento "Not All Energy Transitions Are Alike: Disentangling the Effects of Demand- and Supply-Side Policies on Future Oil Prices", se examina cómo las políticas gubernamentales pueden afectar la producción y el suministro de petróleo, la demanda de los consumidores y cómo los cambios en la oferta y la demanda pueden influir en los precios del petróleo. Además, se analizan dos escenarios: el escenario de referencia, basado en las tendencias actuales de consumo y producción de petróleo, y el escenario estructural, que considera una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. En términos de políticas, se presentan dos casos: el caso de políticas de demanda, donde se destaca la importancia de reducir el consumo, la colaboración entre países consumidores y productores, la desinversión en combustibles fósiles y la adopción de energía renovable; y el caso de políticas de oferta, que podría llevar a un aumento significativo en los precios del petróleo debido a factores como la distribución de la producción, restricciones en la producción y exploración, regulaciones ambientales y políticas impredecibles de los países. Estas políticas estratégicas 


 

 

 

Catalizadores del consumo 

Según un informe reciente, se anticipa un crecimiento en la producción de líquidos por fuera de la OPEP en el 2023, proyectándose un aumento de 1.5 millones de barriles por día (mb/d), mientras que la demanda mundial de petróleo se prevé que aumente en 1.6 mb/d en el mismo año. Este crecimiento en la demanda se ve liderado principalmente por el sector de combustibles de transporte, seguido de cerca por el diésel y los productos petroquímicos. 

Además, se destaca la influencia positiva del comercio internacional, que ha sido impulsado por la continua recuperación económica de China. Asimismo, un ambiente de inversión más favorable en Brasil contribuye a un sólido crecimiento proyectado para el año 2023. 

La demanda de petróleo fuera de la OCDE se espera que crezca en 1.6 mb/d en 2023, destacándose China e India como los principales impulsores de este aumento. También se prevé un aumento del 2% en el número de plataformas de perforación fuera de la OPEP para el año 2023, impulsado por una mayor actividad en Estados Unidos y Canadá. 

En cuanto a Estados Unidos, se espera un incremento en su producción de petróleo de 710 tb/d en 2022 y 680 tb/d en 2023, junto con un aumento en la demanda de petróleo de 1.6 mb/d en 2022 y 1.5 mb/d en 2023. Canadá también verá un aumento en su producción de petróleo de 200 tb/d en 2022 y 310 tb/d en 2023, junto con un incremento en la demanda de petróleo de 130 tb/d en 2022 y 150 tb/d en 2023. 

En el sureste asiático, se pronostica que la demanda de petróleo en la región de Asia Pacífico de la OCDE, con un crecimiento de 49 tb/d año tras año en mayo, liderado principalmente por Japón y Australia. Sin embargo, la demanda de LPG como materia prima petroquímica disminuyó en 67 tb/d en mayo. La demanda de nafta se mantuvo en general estable, mientras que la demanda de gasolina se mantuvo sin cambios año tras año. Se espera que los requerimientos de materias primas petroquímicas en la región reciban un impulso de la actividad renovada en la economía china. 

Finalmente, en América del Sur, se observa un aumento en la demanda de petróleo en la región, con un incremento de 357 tb/d año tras año en mayo. Brasil y Venezuela se destacan como los principales impulsores de la demanda de petróleo en la región. El sólido crecimiento económico previsto en Brasil respalda aún más esta demanda, y se espera que la actividad en el sector de aerolíneas también siga en alza




Conclusiones

En medio de la incertidumbre y las opiniones divergentes sobre el futuro del sector petrolero, los datos analizados revelan una sólida interconexión entre el crecimiento demográfico, el aumento del PIB y el precio del petróleo. Esta correlación respalda la necesidad de tomar decisiones informadas y estratégicas en la inversión en este recurso vital. A medida que la demanda de petróleo continúa creciendo, especialmente impulsada por el auge del comercio internacional y la recuperación económica de China, el sector petrolero parece encaminarse hacia un período de oportunidades y desafíos. Las decisiones de inversión en petróleo se vuelven aún más críticas en un contexto en el que la producción y la demanda están en constante cambio, lo que hace que la vigilancia constante y la adaptación a las tendencias económicas y demográficas sean esenciales para los inversores y actores del mercado. Además se hace énfasis en que la estrategia política con respecto a la oferta y la demanda puede ser especialmente clave  en la capacidad de suministro e incluso hasta cierto punto condicionar para bien o para mal la transición energética de no relazarse de manera eficiente (algo que la política y los gobiernos no son)

De igual manera se presenta la siguiente proyección del consumo en la que se considera un punto medio entre las proyección del pib y el crecimiento demográfico en funcion a un modelo simplificado  de regresión pero bastante ajustado, en el que apelo a que la variabilidad del consumo energético en base al petróleo se explica con mas del 90% del comportamiento de estas variables  y con las que finalmente hago una estimación al 2040 en base a esta variable y considerando una variabilidad del 70 explicada por el consumo y su demanda


 


Fuentes